En el Salvador SI SE PUDO! A partir de ahora, hasta el 2009, Mauricio Funes, periodista y “Leonel” Salvador Sánchez Cerén, ex comandante de las Fuerzas Populares de Liberación – FPL, respaldados por la izquierda salvadoreña, representada en el FMLN y apoyada popularmente, tendrán el reto de enfrentar una crisis económica a nivel mundial, producto de la profundización y desgaste el modelo neoliberal, por lo que el ascenso de la izquierda de El Salvador, en un momento político bastante complejo, puesto que para el pueblo, la expectativa que un gobierno de izquierda pueda materializar algunos de los sueños que un día fueron la causa de la lucha y que paulatinamente conduciría a la liberación nacional, hoy en este contexto, será bastante complicado resolverlos, a penas ser podrán dar pasos, para ir consolidando un proyecto diferente, con las particularidades que este país posee.
Sin embargo, para jalar un poco de agua para nuestro molino, vale la pena poder, analizar las condiciones y los determinantes que hicieron que hoy podamos ver, a la izquierda revolucionaria, al FMLN una expresión diversa, la unión de mujeres y hombres que construyen un proyecto de nación distinto al que la derecha, las dictaduras militares y la cúpula oligárquica y empresarial impulsaron y que ARENA consolidó durante 20 años, entregando un país inmensamente desigual.
La estrategia que tomó el FMLN, de alianzas, de imagen, de discurso, sin abandonar los principios e ideales revolucionarios, que les permite, hoy tomar el mando del país y hablar de administración de la crisis, a partir del PLAN ANTICRISIS que entre otras cosas incluye “Resguardar los empleos existentes y generar nuevas fuentes de trabajo, proteger a los sectores poblacionales más vulnerables de los efectos negativos de la crisis, aprovechar la crisis para impulsar políticas de estado, iniciar un sistema de protección universal para todas las mujeres y los hombres, creación de la banca estatal para el fomento productivo, principalmente a micro y medianos empresarios y empresarias, reconstrucción de viviendas, bonos para la educación” entre otras cosas.
Las expectativas, también desde aquí, son muchas, puesto que es un gran reto, pensar un proyecto de izquierdas, que tenga la posibilidad y la habilidad de renovarse, de adecuarse a la situación y a las particularidades del país y del contexto político internacional, pero un proyecto de izquierdas, debe ser eso, el resultado del protagonismo colectivo, que provenga no solamente de la vieja guardia, puesto que las izquierdas, sus luchas y presencia se encuentran, en todo lo largo y ancho de nuestro territorio, donde indudablemente no debe estar fuera las feministas y los pueblos indígenas y otras expresiones especialmente en el ámbito comunitario. Seguir pensando que la voz legitimada de la izquierda está en la capital y es exclusiva de los hombres ladinos, urbanos y adultos, es desde ya un mal recomienzo.
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