Gracias a todos y todas las presentes, por acompañarme hoy
y por tantas muestras de cariño y solidaridad recibidas.
Gracias a todas las compañeras y compañeros, agrupaciones, asociaciones y grupos que han hecho posible esta exposición.
Una mención especial a Miguel Ángel Sagone por su pensamiento previsor… el me señaló que las fotos podrían ser confiscadas por el ejército con el consiguiente riesgo para las personas que aparecen en ellas, entonces… las resguardó en el exilio y varios años después, en México, me las devolvió, también gracias a él están aquí expuestas...
Recordamos aquellos años terribles, difíciles, donde muchos perdieron a sus seres queridos, a sus padres, a sus hermanos, a sus hijos… y otros, como yo… a entrañables amigos y compañeros. Fueron tiempos de mucha lucha, compromiso y entrega incondicional a nuestras ideas y organizaciones, pero la convicción, la mística y las causas justas, hacían que viéramos como “normal” lo que hacíamos.
Todos teníamos varias militancias, la legal y la clandestina, muchos compañeros eran dirigentes estudiantiles, líderes obreros y militantes revolucionarios. Aún así, nos daba tiempo para ser jóvenes “normales”, amantes de las fiestas, amantes de las parrandas, amantes de la música, amantes del baile, amantes del guaro y la comida… y… además… amantes… Verdaderamente la pasábamos bien, todo lo que se hacía nos gustaba, lo hacíamos con ganas, responsabilidad y bien hecho.
La amistad en esas condiciones fue muy especial, llena de solidaridad, complicidad, respeto y camaradería. Repito, la entrega era total… pero con entusiasmo y alegría. Caminé, conocí, compartí sueños, luchas, esperanzas y militancias con muchos de los dirigentes estudiantiles que hoy y siempre recordamos. Conocí su entrega, firmeza, inteligencia y bondad.
La militancia y la conciencia trascendían nuestras vidas, en mi caso, tomar fotos de manifestaciones, actos políticos o de la vida del país, era una tarea autoimpuesta, el compromiso político acorde a mi visión del mundo, frente a la realidad. Eso me hizo estar presente en muchos acontecimientos que hoy forman parte de la memoria histórica que hay que rescatar, tanto para tomar ejemplo de personas y acontecimientos, como para que los atropellos a los más elementales derechos humanos no se vuelvan a repetir.
Si mi trabajo de aquel entonces, de hoy y de siempre sirve para recordar, denunciar o como testimonio de nuestras justas causas, para contribuir a una Guatemala mejor… estoy a la orden.
Así pues, una vez más, el reconocimiento es para las y los que no están físicamente, con los que juntos seguimos hoy luchando… es por vos… Oliverio, Gasolina, Fernando, Aury, Marcial, Silvia, Interiano, Marilyn, Baisa, Alfonso, Beto, Rudy… y más… muchos más… amigos, amigas, compañeros y compañeras entrañables… Para ustedes este homenaje, suya esta exposición.
Siempre serán recordados y seguiremos su ejemplo.
Hasta siempre. Gracias.